"When a man is tired of London, he is tired of life; for there is in London all that life can afford" Samuel Johnson
Por donde empezar… ahora mismo me encuentro volando hacia London después de pasar el día en Suiza. Me encuentro envuelta en una mezcla de emociones totalmente indescriptible. Me cuesta muchísimo pensar y ordenar mis ideas así que dejaré que mis dedos fluyan por el teclado y que salga lo que salga. Aún tengo muchas cosas por contar antes de explicar el día de hoy (me temo que tendrá que ser en otro post) ya que no creo que la duración del vuelo me dé para tanto.
Si no recuerdo mal, la última vez que escribí estaba a punto de irme a Milán a pasar unos días de desconexión después de haber entregado el primer proyecto de máster. No voy a enredarme a contar con detalle el viaje (ya me tomé el debido tiempo haciendo un álbum de fotos que plasma a la perfección lo bien que lo pasamos). Sólo quiero dejar constancia lo bien que nos trataron la familia de Flavia, impresionante. Si ya de por si esa ciudad tiene mucho encanto, se multiplica por mil cuando viajas con alguien que es de allí y sabe por dónde llevarte. Me quedé maravillada con Il DUOMO, con toda la gastronomía que nos cocinó su madre, con su casa, con los helados, la gran variedad de perros, los cafés, la pizza de un metro… no faltaron las risas y sobretodo las anécdotas. Solo os contaré la más increíble de todas: teníamos que aterrizar en un aeropuerto que está a dos horas de Milán y, por una supuesta tormenta, tuvimos que aterrizar en el aeropuerto central de Milán. No dábamos crédito a lo que acababa de suceder, en 10 minutos estábamos en casa de Flavia (nunca me había pasado nada similar). Desde entonces no pararon de decir en todo el viaje “We have a flower in the ass” (Tenemos una flor en el culo). Una “frase hecha” española que en inglés no tiene ningún sentido pero que ya hace tiempo que ellas usan. No queríamos que se acabara nunca pero llegó el momento de volver a Londres (con sus debidas aventuras) y volver a centrarse en el trabajo.
Rápidamente me puse las pilas preparando la presentación oral del proyecto y a estudiármelo a fondo en tres días, pues el fin de semana lo tenía lleno de cosas que no podía aparcar. El sábado me fui a Oxford con una excursión que organizaba el Imperial College. No conocía a nadie que se hubiera apuntado pero eso nunca me ha importado si realmente quiero conocer el sitio. Oxford siempre me ha maravillado, aprendí muchísimas cosas nuevas e iba dispuesta a pasar un día tranquilo y aprovechar del sol que estaba haciendo. Incluso me había llevado los apuntes. Pero la verdad es que siempre me pasan cosas, un indio se unió a mí todo el viaje y bueno, podría haber dedicado otro día entero a explicar solo este día, pero no hay tiempo. (Tomé café en la cafetería más antigua de Inglaterra y pude ver los garabatos de Einsten con su teoría de la relatividad).
Por la noche pude reunirme con Edgar y Santi (mis compañeros de piso durante mis dos meses de estancia en Madrid en verano de 2011) que habían venido a pasar unos días por Londres. Me encantó verles después de tanto tiempo, fuimos a cenar y a pasear un poco. ¡Qué recuerdos!
Al día siguiente me desplacé al centro de London, al Tower Bridge, para ver pasar la maratón. Me emocionó muchísimo ver a la gente correr: hombres y mujeres, discapacitados o no, jóvenes o adultos… todos con gran compromiso y afán de superación. Y todo ello por una buena causa, recaudar dinero para la lucha contra el cáncer. Se recaudaron más de 16 millones de GBP, increíble. La organización fue impresionante, los ingleses son los mejores organizando cualquier tipo de evento, de eso no hay duda, así que no tuve dificultad para ver pasar a los corredores desde diferente puntos estratégicos. Me encantó, ya he decidido que quiero participar en alguna carrera, aunque no creo que sea una maratón.
Finalmente me quedaban 3 días antes de la presentación oral del máster. El lunes la hice delante de mis compañeros de laboratorio y no fue mal. Me ayudó mucho todas las preguntas que me hicieron y tener la aprobación del jefe. Los días previos fueron muy intensos, intenté estudiarme absolutamente todo sobre mi proyecto y practicar una y otra vez la presentación. La incertidumbre de no saber que iban a preguntarme me mataba.
Llegó el jueves, el gran día. Mi turno era a las 11:30 de la mañana y llegué una media hora antes al matadero. Para mi sorpresa llevaban una hora de retraso así que me fui a la cafetería a esperar mientras intercambiaba opiniones con la gente que iba saliendo. Las sensaciones eran de lo más variadas, desde gente llorando a gente muy feliz. Sobre las 12:30 llegó el momento, llamaron mi nombre y entré a la sala donde dos caras conocidas me esperaban (mis dos course organizers) y una desconocida (un external examiner de la universidad de Leicester). Hice la presentación y quedé muy contenta al conseguir hacerla a tiempo y sin dejarme nada, muchísimo mejor que lo que me salía la noche anterior mientras practicaba y con la sensación de que había mejorado bastante desde mi primera presentación en el máster. Tocaba la ronda de preguntas y estaba muy tranquila, me hicieron unas cuantas sobre el background de mi proyecto (en cierto modo ya me lo esperaba porque es un tema un poco desconocido para ellos). Tras debatir y discutir varias preguntas esperaba que empezaran a atacar con la parte de resultados y métodos pero NO, las palabras de “Gracias, eso es todo” me tranquilizaron profundamente. ¿Eso había sido todo? ¿Ya estaba? No podía creérmelo, salí muy muy feliz. Nada que ver con aquella entrevista que tuve en Enero en Londres, donde salí con la sensación de haberme quedado muchísimas cosas por decir. Creo que esa experiencia me ayudó muchísimo a saber manejar esta última situación. Creo que supe demostrar que controlaba el proyecto, al fin y al cabo es lo que ellos querían. Así que me fui a casa con gran alivio y a centrarme con la entrevista que tenía al día siguiente en Basel (Suiza) iba a ser un día intenso, madre mía si lo ha sido.
Estamos aterrizando así que lo de la entrevista, lo cuento otro día. Un beso a todos.